el montaje

todo el equipo trabajando
Foto: lunes. (néstor castell)

Gerónimo contemplando desde las alturas

Foto: MB

Despertando la percepción

— Imagino que a los críticos no les debe resultar fácil clasificar tu obra. Por un lado, ésta cumple un postulado básico de las vanguardias históricas: la unión del arte con la vida; por otro, tiene algo del pop de los años 60, una especie de happening, que se traduce en la participación activa del público; pero a la vez, más allá de esta “puesta del cuerpo” en la obra, de lo sensorial, de lo perceptivo, creo que subyace un soporte conceptual fuerte.

(…)

“Advertí que veníamos con un cubo que nos habían puesto desde afuera estructurado desde tres dimensiones y que todos lo miraban desde ahí.
Me propuse sacar el cubo para poder pensar libremente como si nunca hubiera aprendido esta mirada. Me di cuenta de que para sacarle una pata al sistema, tenía que sacar la gravedad. Además, sentí la necesidad de desarrollo en el campo espiritual, no formateado, sino espiritualidad libre, abierta. Entonces agarré ese cubo y lo desarmé. Fue muy difícil. Me quedé sin habla, creí que era loca. ¿Cómo vas a sacar la gravedad?

(…)

Entonces hubo un salto: había transformado un plano rígido en un plano blando, y una línea rígida en una línea blanda, y un cubo en un organismo. Mi patrón ya no era el de la perspectiva cartesiana.

— ¿De ahí la idea de buscar el efecto en el receptor?

— Claro, porque el otro es quien decodifica. Lo único que tenía que hacer yo era generar estímulos, pero sin pasar por su sistema cognitivo instalado, sin tocar su memoria cognitiva con todos los datos que tenía.

(…)

Incluso a mis alumnos les hacía hacer fotos donde no hubiera nada reconocible. En este proyecto eso es esencial. Porque en cuanto se reconoce algo ya se pone en funcionamiento el otro hemisferio.

Cristina Fangmann
Revista APM. Actualidad para Médicos. Nº 92. Junio 2008

Más Info espacio sidus

Plano esquemático de distribución de la obra
Imagen: Flor Lanzelotto, MB


esto es lo que había. que preciosura! Ja!
Foto: MB